Bondage
Dentro
del plano erótico o sexual, hay muchas maneras de inmovilizar a una persona,
como por ejemplo hemos visto recientemente la inmovilización con el yeso, o
bien utilizar algunas esposas e incluso con nuestro propio cuerpo.
LEÍDO EN LA WEB
(excelente artículo “Bondage, el arte de las cuerdas” su autora, Zudonna)
¿Pero
conoces el verdadero arte de inmovilizar a alguien con el encordamiento?
Me
estoy refiriendo al bondage, palabra de origen inglés que significa maniatar.
Como
te estas imaginando, el bondage es el arte de atar a otra persona, dentro de un
ámbito erótico, ya sea en su totalidad o parte del cuerpo.
El
origen de esta práctica es japonés, viene de la época de los samurais, donde se
utilizaba como modo de amarre para inmovilizar a las prisioneros.
Poco
a poco a ido evolucionando hasta llegar a convertirse en un arte, con una vertiente mucho más estética y erótica.
Digo
que es un arte, porque no se trata de coger una cuerda y hacer un nudo, sino
que tiene una técnica muy precisa y elaborada.
El
bondage es una parte fundamental del BDSM y está estrechamente ligado a la dominación.
La
inmovilización es una forma perfecta de tener sometido a alguien.
Este
tipo de práctica, se puede utilizar dentro de una relación sexual, como una
parte más del juego, pero mezclado con el sexo.
O
bien hay mucha gente que realmente lo ve como un arte y por tanto su placer
reside en contemplar una buena escena de bondage, sin llegar a nada más, es la
vertiente púramente estética.
Como
comentaba antes, no lo puede realizar cualquier persona, se deben tener unos
conocimientos para saber como atar a alguien, que tipo de nudos hacer, por
donde deben pasar las cuerdas... La persona que practica el bondage debe
controlar la situación en todo momento y tener muy claro que está haciendo, ya
que si no se practica correctamente, podría llegar a a hacer daño al compañero.
Se
suelen utilizar unas cuerdas especiales, normalmente son torsionadas o
trenzadas y de cualidad suave, para no hacer daño.
Las
hay de diferente medidas, según se necesite. Y se pueden encontrar en casi
cualquier sex shop.
Para
escoger el tipo de cuerda se debe tener en cuenta si va a ser usada en un
bondage de suspensión o no.
La
diferencia viene porque si se trata de un bondage suspendido, nos fijaremos más
en la carga que puede soportar la cuerda, para escoger el grosor y el tipo de
material. En cambio para otro tipo de bondage, nos centraremos más en el tacto
de la cuerda y la textura.
Para
los interesados en aprender, existen sitios donde dan clases especializadas en
bondage, para aprender todo lo necesario y ponerlo en práctica.
El
placer del bondage está justamente en la inmovilización. Para el que es atado,
es muy excitante la sensación de estar a disposición de la otra persona, y que
puede hacer con el lo que le plazca (siempre dentro de un marco consentido).
En
cambio para el que practica el bondage, la excitación reside en el poder que
tiene sobre la otra persona, y el pensar que la tiene a su disposición.
El
bondage se puede dar de muchas maneras: inmovilización total y absoluta de todo
el cuerpo, inmovilización de una parte concreta como por ejemplo los pechos,
bondage suspendido consistente en mantener en el aire a la persona atada...
Además
de complementarse con algunos juguetes sexuales como mordazas, plugs,
mascáras...
Como
siempre ocurre en este tipo de prácticas, hay que ir con cuidado, ya que se
tiene que conocer bien a la persona que va a a practicar el bondage, porque no
puedes quedarte a la disposición de alguien que no tienes claro que va a hacer,
o no conoce bien los límites.
Hay una serie de normas que hay que tener claras:
Las
sesiones de bondage deben ser de corta duración.
Nunca
dejar sola a una persona que está atada.
Si
se practica bondage con suspensión, asegurar bien a la persona para que no
pueda sufrir ninguna caída o bien no hacerlo si no se tiene la práctica
suficiente.
Nunca
pasar una cuerda alrededor del cuello.
No
se puede hacer cualquier tipo de nudo, mucho menos si son corredizos ya que
puede ocasionar problemas.
Tener
algún utensilio a mano que pueda cortar rápido las cuerdas por si es necesario.
No
someter a nadie que no se ofrezca voluntariamente.
Al
igual que en muchas prácticas de BDSM, nunca practicar bondage bajo los efectos
del alcohol o drogas.
Como
ves el bondage es todo un mundo y puede llegar realmente a ser muy excitante,
tanto para los que les gusta mirar , como para los que les gusta practicarlo.